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Mediante tres grupos de autorretratos, busco revelar las pulsiones que nutren mi proceso creador. La muestra se ocupa del cuerpo como espacio en que estas se exteriorizan, como una afirmación “Aún conservo el hábito de ser yo misma”,  proponiendo diferentes técnicas que insinúan distintos recorridos: 
 

“Eros, lo inefable de mi cuerpo” reúne dos concepciones del pensamiento griego: el Eros como la potencia del amor erótico (la búsqueda de algo que nos falta) y el impulso creativo. Ambas concepciones se representan por medio de un diálogo entre fotografías y textos, con la intención de señalar la coexistencia de dos vertientes que alimentan el proceso artístico: el conocimiento sobre la transitoriedad de la vida y el anhelo de perdurar. 

“El cuerpo como continente” consiste en un acto performativo en el cual me apropio del cuerpo, como territorio simbólico, para establecer de manera subjetiva una analogía entre este y algunos objetos. Busco, a través de la forma estética, materializar otra corporalidad que dé paso a la vida interior.

“Mi piel, mi lienzo” convoca al cuerpo a forjar una figura que exprese, que comunique una nueva forma de ser y de existir, como la huella que va quedando mientras lo hábito. 

La muestra cuenta con 28 fotografías constituidas por una pluralidad de elementos que aportan sentido al conjunto: el cuerpo como materia, los objetos cargados simbólicamente y la naturaleza como pieza englobante. 

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