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Eros, lo inefable de mi cuerpo.

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PREGUNTAS

 

Ya que navegas por mi sangre y conoces mis límites, y me despiertas en la mitad del día para acostarme en tu recuerdo y eres furia de mi paciencia para mí, dime qué diablos hago, por qué te necesito, quien eres, muda, sola, recorriéndome, razón de mi pasión, por qué quiero llenarte solamente de mí, y abarcarte, acabarte, mezclarme en tus cabellos y eres única patria contra las bestias del olvido.

Juan Gelman.

SEFINÍ

 

Basta por esta noche cierro la puerta

me pongo el saco guardo los papelitos donde no hago sino hablar de ti mentir sobre tu paradero cuerpo que me has de temblar.

Juan Gelman.

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SEFINÍ
 

Basta por esta noche cierro
la puerta me pongo
el saco guardo
los papelitos donde
no hago sino hablar de ti
mentir sobre tu paradero
cuerpo que me has de temblar.

Juan Gelman.

 

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Límites
 

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí la sed,
hasta aquí el agua?
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el aire,
hasta aquí el fuego?
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el amor,
hasta aquí el odio?
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el hombre,
hasta aquí no?
Sólo la esperanza tiene las rodillas nítidas.
Sangran.

Juan Gelman

 

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COSTUMBRES
                                  
No es para quedarnos en casa que hacemos una casa
no es para quedarnos en el amor que amamos
y no morimos para morir
tenemos sed y
paciencias de animal
.

Juan Gelman.

COSTUMBRES

No es para quedarnos en casa que hacemos una casa

no es para quedarnos en el amor

que amamos

y no morimos para morir

tenemos sed y paciencias de animal.

Juan Gelman.

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Límites
 

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí la sed, hasta aquí el agua?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el aire, hasta aquí el fuego?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el amor, hasta aquí el odio?

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el hombre, hasta aquí no?

Sólo la esperanza tiene las rodillas nítidas. Sangran

Juan Gelman.

Eros, lo inefable de mi cuerpo registra mi proceso de búsqueda artística a través de autorretratos que se valen del cuerpo como material. El cuerpo emerge como espacio donde coexisten, por un lado, la carencia y la fragilidad resultante de la conciencia de la finitud, por otro lado, el deseo y la vitalidad surgidas de la aspiración a la perpetuidad.
Esta tensión, representada por la concepción del Eros de Socrátes, nutre mi impulso creativo: uno ama aquello que no posee y, mediante el amor, intenta alcanzarlo.
Los elementos empleados, al igual que el escenario natural, son también portadores de sentido. Junto con los poemas de Juan Gelman que acompañan las fotografías, conforman un conjunto que versa sobre mi proceso de búsqueda y las pulsiones que alimentan mi ánimo creativo.

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